La periodista Lola Huete Machado (“África no es un país”/”Planeta Futuro”) fue la encargada de conducir la inauguración de la III edición de “Mamah África Week” la tarde noche del lunes 3 de octubre en una concurrida sala Galileo Galilei. Esta semana cultural es fruto del trabajo continuado y del empeño de los hermanos de la Carrera (Maica, Laura y Nicolás) que vienen contando con los apoyos de Casa África y la que -en esta ocasión- se suman los del Instituto Catalunya Àfrica (ICA). Se organiza en torno al desfile presentación de la colección de otoño-invierno de Maica de la Carrera y su objetivo es “acercar la riqueza de la cultura africana a la sociedad española” (1).
Ya es la tercera vez que se celebra este evento, desde que hace 5 años la Galería de Mamah África se trasladara a su espacio actual en la calle Conde Duque 48, muy cerca de su primer emplazamiento, uno de los pocos lugares en los se que podían encontrar -junto con los diseños de Maica de la Carrera- cultura y artesanías africanas en el Madrid de los años 90. Las dos primeras ediciones estuvieron dedicadas a rendir homenaje al continente africano (2011) y a Malí (2015), pero países como Camerún, Senegal y Etiopía también han tenido cabida en las distintas actividades desarrolladas en la galería, como recordó Lola Huete al público de la Galilei.
Además de organizar esta semana cultural, Mamah África acoge durante todo el año numerosas actividades que contribuyen a visibilizar las culturas africanas desde una óptica positiva: los desfiles de las colecciones de Maica, proyecciones de películas, exposiciones artísticas y actividades literarias como el club de lectura, entre otras. Organizado en colaboración con Casa África y gracias a la participación de Sonia Fernández Quincoces, autora del blog LitERaFRicA, este encuentro en torno a las literaturas africanas se inauguró hace ahora un año.
Guinea Ecuatorial inspira la colección de Maica de la Carrera
El protagonista de la presente edición 2016 es Guinea Ecuatorial: “un país históricamente relacionado con España y al que nos unen numerosos lazos culturales” (2), a pesar de lo que pasa bastante desapercibido en nuestra sociedad (fenómenos “Palmeras en la nieve” aparte). Las actividades programadas, tanto para la semana como para la propia velada del lunes, demuestran el interés del equipo de Mamah África en combinar diferentes manifestaciones culturales, así como visibilizar el talento de los artistas ecuatoguineanos que se encuentran trabajando en el estado español.
El espectáculo musical, a cargo de Astrid Jones, se abrió con un canto tradicional acompañado del balafón de Gorsy Edu Abaga y de los curiosos sonidos extraídos del udú por Arnaldo Lescay. A continuación se incorporó al grupo Carlos Bratt -junto con Jones y Lescay miembro de The Blue Flaps- para interpretar otros dos temas, en el primero de los cuales Abaga tañió una kalimba, el popular instrumento del África Occidental compuesto de una calabaza a la que se añaden lamas de metal que crean esa particular sonoridad como de gotas de agua. La actuación terminó con un tema cantando en inglés al más puro estilo góspel, durante el que Astrid Jones mostró su dominio de la voz haciéndose valer del público como coro.
Lola Huete agradeció en nombre de los hermanos de la Carrera la participación de todas las personas voluntarias que se han sumado a la celebración, desde los músicos a las embajadas africanas y los patrocinadores, a quienes dio la palabra. El africanista Antonio Pérez-Portabella, presidente del Instituto Catalunya Àfrica (ICA), expresó su optimismo por el continente africano haciendo un repaso por los hitos más destacados de su historia cultural, y lanzó un llamamiento tanto a conocer Guinea Ecuatorial como a promover un “espíritu de marca” de sus productos que propicie las inversiones económicas. La secretaria general de Casa África, Arianne Hernández, explicó a continuación el cometido de la institución con sede en Las Palmas de Gran Canaria, y anunció los próximos eventos organizados tanto en la isla como en Madrid.
Acto seguido tuvo lugar el plato fuerte de la tarde: la presentación de la “colección Guinea Ecuatorial” de Maica de la Carrera con modelos de procedencia diversa desfilando al son de una cuidada selección musical ecuatoguineana a cargo de Dj Floro. 22 conjuntos inspirados en la naturaleza del país centroafricano y en sus colores, realizados en dos tipos de telas: el wax de típicos estampados coloridos y el más elegante bazin, fabricado por una comunidad de mujeres de Senegal en base a la técnica del batik. Los diseños de las prendas varían desde lo tradicional a lo moderno, con influencias desde los años 20 hasta los 70 y gran importancia de la artesanía.
Ilustraciones, literatura y cine completaron las jornadas culturales
El siguiente encuentro llegaría el miércoles 5 de octubre en la Galería con la inauguración de la exposición de ilustraciones de Lydia Mba, de la que ya hablamos en KULTURAFRICA a propósito de su participación junto a Potopoto en el Festival Afroconciencia. Bajo el título “É mina mayén” (“La mujer que veo”), Mba ha elegido para la ocasión una serie de obras que muestran parte de su imaginario femenino: las ilustraciones en color corresponden a personajes en diferentes actitudes que reivindican la independencia, la fuerza y el estilo de la mujer negra -desde la más tradicional hasta la más sofisticada- mientras que el carboncillo se reserva a los retratos. La exposición podrá visitarse el la galería hasta el mes de diciembre.
El viernes 7 el espacio Mamah África acogió una velada literaria de la mano del profesor Justo Bolekia Boleká, quien acercó al público asistente a la cultura bubi a través de su tradición oral y sus cuentos. Para quien, como aquellos que se quedaron fuera por motivos de aforo, aquí una muestra de la expectación que el académico correspondiente de la R.A.E. despertó.
El broche final de esta semana cultural dedicada a Guinea Ecuatorial llegaba la mañana del sábado 8 de octubre con una sesión doble de cine en la Galería. El público pudo asistir a la proyección de dos documentales de producción ecuatoguineana y participar en el posterior debate. Las películas escogidas fueron “El secreto del bosque”, mediometraje de sensibilización medioambiental dirigido por Antonio Grunfeld Rius, y “Feguibox”, largo codirigido y coproducido por el cineasta y fotógrafo Rubén Monsuy Ndong (también guionista de la primera película) y por Gabriel Amdur. Este film narra la historia de Salvador, la promesa del equipo nacional de boxeo de Guinea Ecuatorial, ante la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
“El secreto del bosque” (Ecoguinea/Wakafilms, 2015) nos adentra en los misterios de la exuberante naturaleza ecuatoguineana -una de las pocas selvas vírgenes que se conservan en el planeta- a través de la mirada de Bartolo, un cazador pero sobre todo un habitante del bosque más que, a pesar de depender de él para su supervivencia (o quizás por eso mismo), cuida de él como lo que es: su hogar y el de los seres vivos que lo habitan. En palabras de Rubén Monsuy durante la presentación, “la idea del director es extraer un mensaje de sensibilización a través de la convivencia con la naturaleza”. La mezcla de imágenes reales (3) con otras de animación, aporta dinamismo y frescura a la acción. Junto con el cuidado estilo literario del guion, hacen de la película una “fábula sobre Guinea abierta a la conclusión del espectador”, como apuntó su guionista.
“Feguibox” (TalaTala Films/ACIGE, 2015), también nombre de la Federación de Boxeo de Guinea Ecuatorial, es la historia de la lucha de Salvador en los diferentes ámbitos de su vida, más allá del ring del gimnasio de Malabo donde se entrena. Asimismo es un retrato de las luces y sombras de la capital ecuatoguineana, de la situación social de un grupo de chicos que comparten en pidgin guineano, fang, español o francés, la esperanza de un mejor porvenir al tiempo que se enfrentan a la precariedad laboral y a sus complicadas historias personales. El largometraje está rodado en el centro de Malabo, en torno al gimnasio donde Salvador se entrena, y en el barrio de “Paraíso” (su nombre bien parecería una ironía), donde Salvador vive en una casa de madera y suelos de arena con su novia Luna y su hijo.
«Una película es como la construcción de un embrión: cuando nace, el niño habla por sí solo. La realidad es la protagonista de la película”, explicaba Monsuy durante la presentación.
Ruben Monsuy durante la presentación.
Sin embargo, el público asistente coincidió tras su visionado en que el film es un crudo reflejo de algunas de las numerosas contradicciones que enfrenta el país centroafricano dirigido por Teodoro Obiang con una importante carga de crítica social. No se entiende el nulo apoyo gubernamental al boxeo -en este caso-, cuando a la participación del país en los Juegos Olímpicos sería una buena propaganda (4), materializada en la precariedad del gimnasio donde el equipo entrena y la falta de medios, ilustrada a la perfección por la metáfora del saco de boxeo roto.
Rubén Monsuy se inició en el mundo del cine a través de los cursos sobre imagen impartidos en el Centro Cultural Español de Malabo, gestionado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y es el fundador de ACIGE (Asociación Cinematográfica de Guinea Ecuatorial), la primera del país. La financiación de “Feguibox” ha contado con los apoyos del Festival Internacional de Cine de Göteborg (Suecia), “Hot Docs-Blue Ice Group Fund” del Festival Internacional de Cine Documental de Canadá y el Festival de Cine Riviera Maya (México).
KULTURAFRICA 
Hola!, ¿Dónde podríamos visualizar esos documentales? 🙂 ¡Me encantaría poder verlos!
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Hola Alejandra, la verdad es que no lo sé… Se me ocurre que quizás podrías consultar a Rubén Monsuy directamente. Un saludo.
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